*Si quieres tenerme solo grita mi nombre*

viernes, 4 de noviembre de 2011

lhdp


La Real Academia define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder, y define improbable como algo inverosímil que no se fundamenta en una razón prudente. Puestos a escoger, a mi me gusta mas la improbabilidad que la imposibilidad , como a todo el mundo supongo. La improbabilidad duele menos y deja un resquicio a la esperanza a la ética.

Que David ganará a Goliiat era improbable, pero sucedió. Un afroamericano habitando la casa balanca, era improbable , pero sucedió. Que los Varon Rojo volvieran a tocar juntos , era improbable , pero también sucedió. Nadal desvancando del numero uno a Federer, una periodista convertida en princesa , el 12-1 contra Malta. El amor , las relaciones, los sentimientos , no se funden en una razón prudente por eso no me gusta hablar de amores imposibles sino de amores improbables , porque lo improbable es por definición probable. Lo que es casi seguro qe no pase, es que puede pasar, y mientras haya un posibilidad , media posibilidad entre mil millones que pase, VALE LA PENA INTENTARLO...



Si, todas (o casi todas) mis entradas han sido de elaboración propia, pero hoy, este texto me ha pedido estar aquí, ser parte de este blog.
A mi tampoco me gusta la imposibilidad, debo pensar en la improbabilidad, pensar que aunque sea minúscula, existe cierta probabilidad de conseguir lo que quiero. Que es esa posibilidad la que ganará, la que hará posible que mi vida SEA MÍA.